Cuando todavía parecen sonar los últimos ecos de bombos, tambores y cornetas interpretados desde el Pabellón Ferial el pasado Jueves Santo, los hermanos moraos y daimieleños ya esperamos con ilusión una nueva y soleada mañana de Jueves Santo, mañana donde Daimiel despierta a sones de platillos, trompetas y caja para anunciar que la pasión y muerte de Jesús ya se encuentran entre nosotros.

Despertar que este año se produjo en el interior del Pabellón ferial debido a las adversas condiciones meteorológicas que finalmente se cumplieron, pues aunque la mañana amaneció despejada, entorno a las 11:30h. la lluvia hizo acto de presencia en Daimiel, hora prevista para que los primeros sones de cornetas y tambores se recitasen ante la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, por lo que la Junta Directiva opto por celebrar este XV Certamen Regional de CC.TT. Ntro. Padre Jesús Nazareno en el Pabellón Ferial cedido por el Excmo. Ayto. de Daimiel para tal fin.

Un Pabellón arropado por centenares de daimieleños que no se quisieron perder los sones de las cuatro bandas de cornetas o agrupaciones musicales que nos acompañaron en la mañana de Jueves Santo, siendo el orden de actuación; Banda de CCTT La Concordia de Argamasilla de Calatrava, Banda de Cornetas y Tambores Ntra. Sra. de la Soledad “La Dolorosa” de Madridejos, Agrupación Musical Santa Elena (San Carlos del Valle) y Banda de CCTT Stmo. Cristo de la Columna y Ntra. Sra. de la Amargura “Los Coloraos” (Daimiel).

Todas ellas nos hicieron disfrutar de una mañana de Jueves Santo que aunque distinta, no perdió su esencia, pues las notas calaron en todos los asistentes. Cuatro marchas fueron las interpretadas por cada Banda o Agrupación, despidiéndose nuestra banda de “Los Coloraos” con marcha real al final del concierto.

Desde estas líneas agradecer tanto el esfuerzo de las bandas participantes como la colaboración desinteresada de anunciantes, protección civil, ayuntamiento de Daimiel etc. Del mismo modo dicho certamen se viene celebrando anualmente fruto del trabajo de tantos hermanos moraos, que trabajan incansablemente ya quince años por su celebración, recuperando así una tradición de jueves santo perdida años atrás.

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